Por Benjamín Sandoval.
La reforma laboral de 2012 en su exposición de motivos argumentó para justificar la necesidad de agregar un nuevo capítulo en la Ley Federal del Trabajo denominado “De los trabajos en minas” referente a la minería del carbón, reforzar la seguridad e higiene en las minas de ese material para evitar los accidentes, aumentando las sanciones a los “responsables y operadores directos” de las minas, que no a los beneficiados de las concesiones, ante la presión ejercida por las viudas y familiares de Pasta de Conchos. En 2021 ocurrió el accidente de la mina Micaran y hoy la de Agujitas, ambas en la región carbonífera de Coahuila, lo cual demuestra lo falso de la exposición de motivos de la reforma laboral y que los concesionarios de las minas del carbón siguen “ahorrando” en seguridad e higiene aunque en ello les vaya la vida a los mineros.
Causa extrañeza que quien hace las declaraciones a la prensa sobre los avances en el rescate de los mineros de Agujitas, sea Laura Velázquez, Coordinadora Nacional de Protección Civil, cuando por el lugar donde ocurrió el accidente, una mina, la competencia corresponde a la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde ¿Será para proteger la imagen de la Secretaria y a la reforma laboral?
Una buena y una mala. La buena, la actual administración está haciendo el rescate, alcanzado la categoría de seres humanos en este caso cuando menos, no como la administraciones foxista, calderonista y peñista que abandonaron a su suerte a los mineros de Pasta de Conchos. La mala, sigue el gobierno federal encubriendo a los concesionarios del carbón con la omisión de inspeccionar y verificar el cumplimiento de la ley en materia de seguridad e higiene para que los concesionarios sigan haciendo el negocio de la muerte.