Este 11 de septiembre se cumplen 50 años del Golpe de Estado que depuso al Gobierno de la Unidad Popular en Chile.
Figura cimera de la gesta del triunfo electoral del pueblo chileno a través de su organización, La Unidad Popular, lo fue Salvador Guillermo Allende Gossens, más conocido como Salvador Allende y a partir de asunción a la presidencia de Chile, llamado “Amigo presidente” por el pueblo chileno.
Nacido el año 1908, se inició en actividades políticas desde joven, siendo vicepresidente de la FECh en 1930, por su actuación política fue expulsado de la universidad y luego encarcelado.
En 1933 fue fundador del Partido Socialista de Chile, en 1937 fue electo diputado y a partir de ahí tuvo una carrera parlamentaria y como funcionario público de manera casi ininterrumpida.
Allende, como líder del Partido Socialista de Chile enfrento una serie de conflictos internos, los cuales afrontó con una actitud unitaria, incluso buscando una alianza permanente con el Partido Comunista de Chile. Este divisionismo en las fuerzas revolucionarias y progresistas continuarían a lo largo de todo el período previo al triunfo de la Unidad Popular.
Allende fue candidato a la presidencia de Chile en 4 ocasiones:
1952, en medio de una pugna interna que llevo a una división del partido, Allende participa como candidato de un grupo minoritario que pugnaban por fomentar alianzas amplias, mientras que el grupo contrario planteaba la línea del frente de trabajadores, a la vez que apoyaba la proscripción del PCCh, en esta ocasión obtuvo un 5.45% de los votos.
1958, apoyado por el Frente de Acción Popular, Allende obtuvo el segundo lugar en la votación.
1964, representando nuevamente al FRAP, Allende es por tercera vez candidato a la presidencia, quedando nuevamente en el segundo lugar de la votación.
1970, su postulación como candidato de la Unidad Popular fue complicada, lográndola finalmente por su aceptación popular y el decidido apoyo del PCCh más que de su propio PSCh. Finalmente, Allende se alzó con la primera mayoría simple en la votación y fue ratificado como triunfador por el congreso.
EL GOLPE FRAGUADO DESDE LAS ENTRAÑAS DEL IMPERIO NORTEAMERICANO
El golpe de estado, como se sabe, fue ejecutado por las tres ramas de las fuerzas armadas y el cuerpo de carabineros, sin embargo, debe quedar en claro que fue el imperialismo norteamericano y la burguesía criolla chilena, los verdaderos artífices del golpe, planeando y financiando las acciones, no solo a partir del triunfo de la Unidad Popular, sino desde mucho antes.
En 1952, Washington y Chile firman un Pacto de Ayuda Militar, lo que permitía empezar a formar militares chilenos en las escuelas de guerra de los EU, si bien en las artes de guerra, mucho más en la doctrina del macartismo, es decir formaban a los futuros mandos militares como rabiosos anticomunistas.
Ya para 1959, la CIA mantenía una estrecha vigilancia sobre la persona de Allende, su aceptación popular y su cercanía con Fidel Castro eran causa de alarma, temían un eventual triunfo electoral de Allende y planeaban acciones para evitarla.
Según documentos desclasificados del gobierno de EU, entre 1962 y 1964, la CIA gastó 2.6 millones de dólares en la campaña de Eduardo Frei (contrincante de Allende) y más 3 millones de dólares en una campaña anti Allende a fin de alejar a los electores de la coalición FRAP que postulaba a Allende. La propia CIA consideró que, sin su ayuda a la estructura organizativa y financiera a la campaña de Frei, su apoyo a la campaña de un tal Durán para restar votos al FRAP y la propaganda contra Allende, hubiese sido poco probable el triunfo de Frei.
Para las elecciones de 1970, mediante un organismo llamado Comité 40, cuyo objetivo era aprobar y ejercer control político sobre las acciones encubiertas de EU en el exterior, se apoyó a los contrincantes de Allende con varios millones de dólares, tanto al candidato Alessandri como a la prensa para desatar una campaña negra contra Allende.
El Secretario de Estado, Henry Kissinger, presidia el Comité 40, dijo en su momento “No sé porque tenemos que sentarnos a esperar viendo como un país se vuelve comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”.
A pesar de los esfuerzos de los EU y la burguesía criolla chilena, el 4 de septiembre de 1970, el pueblo chileno votó, dando el triunfo a la Unidad Popular.
Inmediatamente, Kissinger ordenó una evaluación de las eventualidades que provocarían un golpe militar organizado ahora mismo en Chile con la asistencia de EU. El embajador de EU en Chile respondió, en este momento los militares chilenos no están dispuestos a intervenir para prevenir el ascenso de Allende al poder sin que exista previamente una improbable situación de caos nacional y de violencia general.
A partir de ahí, la CIA con la colaboración de la burguesía criolla, el apoyo de los mandos más retrógrados de las fuerzas armadas y otros grupos reaccionarios pugnaron por crear, precisamente, una situación de caos nacional y de violencia general.
Gastar duro, no importan los riesgos que haya que correr, los mejores hombres disponibles, hacer aullar de dolor a la economía chilena, fueron las indicaciones de Kissinger.
Y gastaron duro, comprando las conciencias de una parte de los mandos de las fuerzas armadas, sin embargo, otra parte se mantenía apegado a las normas constitucionales y a la doctrina militar chilena, entre otros el General René Schneider, Comandante en Jefe del Ejército de Chile, quien fue asesinado por órdenes de la CIA.
Haciendo buena la orden de hacer aullar de dolor a la economía chilena, se fugaron cientos de millones de dólares, creció el riesgo de magnicidio, aumento de la campaña de desestabilización política, campaña mediática contra Allende, suspensión de créditos, sabotajes a la infraestructura básica, llegando incluso a vender parte de las reservas de cobre de EU para fines bélicos, creando una sobre oferta y hacer caer su precio en el mercado mundial, todas estas acciones, entre otras, a fin de crear el ansiado caos que propiciara el Golpe Militar.
Otra acción determinante para crear ese ambiente, fue el de crear una grave escasez de productos de primera necesidad y la paralización del aparato productivo, para lo cual el Comité 40 entregó 100 millones de dólares a empresarios solo durante la huelga de camioneros.
A 50 años de distancia, resulta aún más dolorosa que las acciones del imperialismo, la burguesía y los militares apátridas, la actitud de trabajadores desclasados, como los camioneros que recibían su paga puntualmente para que mantuvieran la huelga sin ninguna demanda laboral.
Consumado el Golpe el 11 de septiembre de 1973, se inició una larga noche de dictaduras militares, no solo en Chile, sino en todo el Cono Sur de América.
“RECORDEMOS SIEMPRE, QUE NO SE PUEDE CONFIAR EN EL IMPERIALISMO NI TANTITO ASÍ, NADA”.
CHE