EL ESTADO DE ISRAEL ES UN ENGENDRO DEL SISTEMA CAPITALISTA EN SU ETAPA MAS ELEVADA EL IMPERIALISMO
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) con el desarrollo del sistema capitalista, buscaba un nuevo reparto del mundo. La oligarquía que había surgido de la fusión del capital bancario con el capital industrial concentrando el capital, ponía fin a la libre competencia capitalista para dar entrada a los monopolios capitalistas, ya como clase social hegemónica, buscaba nuevos mercados para la exportación de sus capitales y sus modernos monopolios, apropiarse de materias primas de todas las regiones del mundo y la única alternativa era la guerra, pues el mundo ya estaba repartido a los antiguos imperios que se habían apropiado de las riquezas de los pueblos, ocupando el 90% del territorio mundial. Así que los países que llegaron tarde y lograron un desarrollo capitalista alcanzando el nivel más alto, como Alemania, su única opción era hacer la guerra y un nuevo reparto del mundo, en términos llanos “una guerra de rapiña”, que incluía a los propios viejos imperios pero al frente las grandes potencias capitalistas que entraban a la etapa imperialista. Por un lado, la triple alianza, con Alemania, Italia, el imperio Austro-Húngaro, y como aliados Turquía y el antiguo imperio Otomano. Y por el otro lado la Triple Entente con Gran Bretaña, Francia, y el imperio Ruso y como aliados, Serbia, Grecia, Portugal y Rumania, los Estados Unidos de Norteamérica entraron casi al terminar la guerra con este grupo de aliados (1917) y fue el que salió ganando, ya que no sufrió la guerra en su territorio y su industria creció enormemente pues suministraba los insumos de guerra, y sus bancos mediante préstamos a los aliados fueron beneficiados, al finalizar la guerra quedaba como la primera potencia imperialista, económica y de guerra, mientras que los aliados, que sufrieron la guerra en sus territorios quedaban sin recursos y endeudados para la reconstrucción de su planta productiva y poder mantenerse como potencias capitalistas. Su salvación fue “El Tratado de Versalles” que puso fin a la guerra y la recompensa fueron los territorios de los perdedores y el pago económico y en especie por los daños de guerra a su territorio, y claro seguir explotando los recursos naturales de los pueblos, exportar capital para su desarrollo y la llegada de los monopolios de alimentos, agrícolas e industriales, de esta manera recuperaban su estatus las naciones imperialistas.
Rusia sale de la guerra en 1917 pues se lleva a cabo una revolución que derrota al Zar llegando al poder los bolcheviques encabezados por Lenin y pactan la paz con Alemania conocida como la Paz de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918.
Al finalizar la primera guerra mundial las potencias ganadoras se reparten los territorios de las potencias perdedoras, pero con la resistencia de los pueblos que entran a la etapa de la “liberación nacional” y exigir su independencia como naciones libres. (Estado Nación). Hubo siete acuerdos de paz en la primera guerra mundial, el más importante fue el Tratado de Versalles (28 de junio de 1919), aunque no todos lo aceptaron fue el que puso el fin a la guerra. En este punto queremos hacer una referencia sobre el imperio Otomano, el 10 de Agosto de 1920 se llevó a cabo el “Tratado de Paz de Sevres” que fue rechazado por los Otomanos llevando a cabo una fuerte lucha armada en contra de ese acuerdo y luchando por la creación de la República de Turquía imponiendo un nuevo tratado de paz que se conoce como el “Tratado de Lausana” (24 de Julio de 1923) con este tratado queda reconocida la República de Turquía y la destrucción del Imperio Otomano, Palestina y Mesopotamia quedaban bajo mandato británico; Siria y Líbano bajo control francés.
Inglaterra y Francia como potencias imperialistas hacían negociaciones secretas y lo mismo les prometían a unos o a otros pueblos sus independencias por su colaboración para contrarrestar las fuerzas de sus oponentes en la guerra, sin importarles que fuera el mismo territorio, prueba de ello son los acuerdos secretos que se llevaron a cabo en 1915 por medio del comisionado británico en Egipto, prometía la independencia de Palestina si Husayn Idn Ali jefe de la Meca alzaba una revuelta contra el Imperio Otomano, la revuelta comenzó el 5 de junio de 1916. Ese mismo año se llevó a cabo el “Tratado de Sykes-Picot” con la aprobación de Rusia, para repartirse los territorios árabes.
Al finalizar la Primera Guerra Mundial se llevó a cabo el Congreso de la Paz y no fue admitido el representante de los árabes el Emir Faisal para hablar a nombre de los pueblos árabes. Pero si se admitió con todas las facilidades una delegación de los sionistas que no representaban a Estado alguno. Para controlar la región árabe el Imperialismo británico formalizó un acuerdo con los sionistas mediante “La Declaración de Balfour”, (18 de enero de 1919) que tiende a la conversión de Palestina a territorio judío. De inmediato fue rechazada por todos los pueblos árabes, iniciando la resistencia del pueblo Palestino por la defensa de su territorio y su lucha como Estado independiente. De 1920 a 1948 durante el mandato británico en territorio palestino, todos los habitantes que residían en el eran palestinos sin distinción étnica.
Después de la Primera Guerra Mundial los países árabes fueron logrando su independencia Transjordania logró una independencia limitada en 1928, Irak logró su independencia en 1930, Siria logro una autonomía controlada en 1930, Líbano autonomía controlada 1930, Arabia Saudita logró su independencia en 1932, Yemen logró ser reino independiente en 1934.
Después de la segunda guerra mundial Siria y Líbano lograban su independencia total en 1946, Sudan lograba su independencia y se convertía en República en 1958, Yemen lograba su independencia en 1962, Argelia en 1962 y Libia en 1969. Con estos datos nos podemos dar cuenta que la presión del imperialismo, primero el británico y después el estadounidense han impuesto a las organizaciones de las naciones no permitir la independencia de Palestina, mediante el veto y la guerra pues alientan y respaldan a una etnia regada por el mundo y que nunca hizo raíz en lo que ellos llaman la tierra prometida, basta hacer un recorrido por la historia para darnos cuenta de lo anteriormente expresado. La Revolución francesa terminó con “El Derecho Divino” y Napoleón Bonaparte como emperador a principios del siglo XIX les reconoció ciudadanía a los judíos con plenos derechos, en base a los Derechos del Hombre y del Ciudadano, para mediados del siglo XIX vivían en Europa el 85% de los judíos del mundo, en Palestina menos del 1%, en Europa nació el sionismo y sus líderes eran europeos, Theodor Herzl fue el fundador de la organización Sionista Mundial (1897), nació en Budapest (2 de mayo 1860) en Hungría en el seno de una familia burguesa y falleció en Austria (3 de julio 1904), estudió en la Universidad de Viena, fue un dramaturgo y periodista su obra maestra es el libro Der Juden Staal (el Estado Judío), en su libro señala a Palestina como el hogar para los judíos en la tierra de Israel. El negoció con el Imperio Otomano obtener esas tierras, pero no lo logró, con sus relaciones pudo influir con el imperio británico logrando después de su muerte “La Declaración de Balfour”. Otro destacado sionista judío, fue Israel Zangwill escritor británico nacido en el seno de una familia rusa, fue novelista y periodista que tras su lenguaje humanista acuñó la frase “Una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra” refiriéndose a Palestina, esta frase esconde un pensamiento reaccionario y discriminatorio de la concepción europeísta, colonialista de finales del siglo XIX que solo reconocía los territorios ocupados si estos estaban habitados por europeos. Claro este señor sionista no quería ver que, en esas tierras en esas fechas, vivía un millón de campesinos palestinos que vivían del cultivo del árbol de olivo que veneraban pues les daba vida y sustento en esas fértiles tierras propicias para el cultivo de hortalizas y la cría de ganado, en un valle de 25 mil kilómetros cuadrados.
Cabe aclarar que no todos los judíos son sionistas y que ha habido migraciones de judíos por diferentes causas, ideológicas, políticas, religiosas y simplemente por su derecho a encontrar mejores formas de vida, con la tendencia lógica de la migración en el sentido que la migración se da de países pobres a países ricos, un ejemplo de esto es la migración de judíos europeos a América en el siglo XIX cuando iniciaba “el sueño americano”, cuando inició la Primera Guerra Mundial vivían en los Estados Unidos de Norteamérica dos millones de judíos, actualmente viven más de 7 millones de judíos que es el 2% de la población estadounidense, en Israel actualmente viven 6.9 millones de judíos casi igual que la población judía que vive en los Estados Unidos, en Europa viven actualmente 9.5 millones de Judíos.
Con estas cifras queda claro que el movimiento sionista es un movimiento político, ideológico dirigido por una burguesía parasitaria y en descomposición que mediante el engaño y los sentimientos religiosos de los judíos los ha llevado como escudos humanos para despojar a un pueblo de su territorio ancestral. Hablamos del imperialismo, de la oligarquía internacional, de los monopolios globales modernos, y esta agresión la llevan por todo el mundo, de todas formas y por todos los medios, su arma más poderosa no son los misiles, es la concentración de capitales en sus manos que doblega a las naciones mediante la deuda usurera, en eso se parecen a los judíos del siglo XII, Eduardo I de Inglaterra en 1275 aprobó el “Statutum de Judaismo” en la cual restringía las actividades de usura (cobro de intereses) como ilegal que practicaban los judíos, siguieron llevando a cabo esas prácticas y fueron expulsados de Inglaterra en el año 1290.
¿Qué pretende el imperialismo en decadencia con su filosofía de despojo y de guerra al cual los sionistas se han montado? Porque no solo han despojado a los Palestinos de su territorio, han creado ahí mismo armas de destrucción masiva, ojivas nucleares capaces de crear una hecatombe nuclear sin precedentes poniendo en riesgo no solo a la humanidad, sino al propio planeta. Esa lógica es irracional y hay que combatirla con una filosofía racional, con la unidad de todos los pueblos del mundo que buscan un desarrollo integral en armonía con la naturaleza, y cuando hablamos de todos los pueblos del mundo incluimos también a las naciones capitalistas que han llegado al desarrollo más alto de ese sistema que ya no tiene nada que ofrecer. Son los pueblos de esas naciones los que deben de acabar con esa lógica y lo pueden hacer, la prueba está en todas las manifestaciones que se han llevado a cabo por todo el mundo incluyendo los países imperialistas, en la propia Casa Blanca en EEUU, en Alemania, en Francia, en Italia, en apoyo al pueblo palestino y para detener la guerra. La acción del pueblo es la respuesta.
LA POSICIÓN DEL PARTIDO DE LOS COMUNISTAS RESPECTO AL CONFLICTO PALESTINA–ISRAEL ES:
- Alto al genocidio en Palestina y castigo a los responsables.
- Apoya totalmente al pueblo Palestino en la lucha por la defensa de su territorio.
- Condena al gobierno sionista de Israel por el despojo de los territorios Palestinos ocupados mediante la guerra.
- Condenamos a los gobiernos de las potencias imperialistas causantes del conflicto Palestino-israelí.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
DIRECCIÓN COLECTIVA