Por Antonio Ortiz.
El día domingo 18 de febrero, salimos a las calles del centro histórico de la ciudad de Zacatecas, a las cercanías del monumento al minero para pegar unas hojas que hacen mención de la actividad que se desarrolló el lunes 19, la cual comenzó desde la madrugada, cuando a primera hora se conmemora el siniestro ocurrido en la mina 8 de Pasta de Conchos, Nueva Rosita, Coahuila, en la zona carbonífera.
Ese accidente industrial, que sin temor podemos llamar negligencia industrial por parte de Minera México, le costó la vida, esa noche a 65 mineros, de los cuales 63 aún siguen sepultados en esos socavones.
En esta zona, rica en plata y cantera rosa, sabemos las tristezas que acompañan a la minería, conocemos los riesgos y peligros que conllevan el bajar al subsuelo, tal cual como sentimos el dolor, impotencia y desesperación de las viudas y los familiares de los mineros acaecidos esa triste mañana. Tal como lo vivimos durante la campaña, “un peso por el rescate” el pueblo se solidariza y empatiza con la consigna de justicia, no vamos a dejar de pedir y gritar, hasta que se lleve a cabo el rescate y se recupere cada uno de los restos de nuestros compañeros.
¡Hasta que la dignidad se haga costumbre!
¡Viva el rescate independiente!
¡Vivan las viudas y familiares de Pasta de Conchos!