Célula Ana María Hernández
Desde la Célula Ana María Hernández saludamos con entusiasmo a nuestros camaradas en todo el país y compartimos algunas reflexiones en torno a los diálogos que establecimos en el V Congreso del Partido de los Comunistas, en noviembre de 2024, con la intención de que sean útiles para implementar, discutir y compartir con otras células.
Proponemos compartir estrategias concretas de trabajo que estamos implementando (o buscamos desarrollar próximamente) alrededor de los ejes de trabajo, con la intención de que sean útiles a otras células, para implementarse, discutirse o empujar a que se compartan otras.
Consideramos que una de las tácticas establecidas durante el congreso y acordada como fundamental para el trabajo de las células es el desarrollo de un Frente Amplio por la Vida, que articule la lucha del marxismo leninismo con otras demandas sociales que nos permitan mantener redes de solidaridad con otros grupos movilizados en México.
En nuestra región, la defensa del territorio ha emergido como articuladora de distintas luchas que buscan defender espacios geográficos e ideológicos. Los intereses capitalistas, que históricamente han devastado la biodiversidad de nuestro territorio, amenazan constantemente con despojar a las comunidades, tanto en las zonas urbanas como rurales, de los pocos espacios públicos y ricos en vegetación que sobreviven.
En este sentido, hemos identificado a la defensa por el agua como una lucha común a nuestra región, y al país en general. Ya sea por la distribución equitativa del agua potable, el saneamiento y no contaminación de fuentes hídricas, como ríos o lagunas por parte de las industrias. En el caso de las ciudades, existen territorios vulnerados por la industria inmobiliaria; en el campo, por su parte, se identifica la defensa por el uso legítimo de los recursos, acaparados en gran medida por la agroindustria nacional e internacional. Entonces, la lucha por el agua es uno de los movimientos que reúne a muy diversos grupos que necesitan de dicho recurso, por lo que su preocupación por el sostenimiento de la vida se extiende en múltiples acciones.
Por otra parte, consideramos indispensable la formación de un frente que analice a la mujer como actor en el sistema; debido a que existe un frente amplio que las mujeres han venido construyendo en las últimas décadas, por su emancipación política y económica, pero sobre todo por el respeto de sus derechos básicos, comenzando por su derecho a la vida. El capitalismo neoliberal se ha servido de los cuerpos de las mujeres, no solamente en la explotación de su trabajo, sino a través de las redes criminales de trata y desaparición de personas que, si bien han deteriorado las condiciones de vida de la población en general, han colocado a las mujeres en una situación particularmente vulnerable.
Por otro lado, la experiencia durante el Congreso nos dejó constancia de la necesidad de ampliar nuestros cuadros, por un lado, y formarnos sólidamente, por otro. Desde la célula Ana María Hernández proponemos el desarrollo de actividades como círculos de lectura, sesiones de formación abierta y ciclos de cine que nos ayuden a vincularnos con aquellas personas que tienen interés o curiosidad por el marxismo-leninismo, pero cuyo desconocimiento, o prejuicio, les distancie de la militancia.
A través del diálogo franco sobre la teoría marxista –y sobre nuestro trabajo en la célula–podemos desmontar los mitos que los medios de comunicación capitalistas han elaborado y acercarnos a nuestra comunidad con miras en la ampliación de nuestra célula y la formación de nuevos cuadros.