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jueves, enero 30, 2025

La precariedad laboral de los jóvenes en NL. Análisis crítico del capitalismo.

Célula Francisco Villa. Nuevo León

Los comunistas sostenemos que el sistema capitalista depreda y explota a la clase obrera. En Nuevo León, abundan las críticas sobre la situación laboral de los jóvenes. Contrario a la creencia popular, el empleo en el estado, aunque numeroso, se encuentra en condiciones precarias. Es un mercado laboral saturado, con escasas oportunidades de empleo bien remunerado.

En los últimos años, la situación laboral de los jóvenes en Nuevo León ha generado preocupación, sobre todo porque, a pesar de los esfuerzos por mejorar la educación y la formación profesional, muchos se gradúan de universidades o institutos técnicos solo para encontrarse con un mercado laboral saturado y lleno de dificultades.

El sistema capitalista, enfocado en la maximización de ganancias y eficiencia, ha complicado aún más este escenario, sin generar suficientes empleos bien remunerados para una población joven que aspira a un futuro mejor.

Uno de los problemas más evidentes es el desajuste entre lo que los jóvenes aprenden en sus instituciones educativas y las necesidades reales del mercado laboral. A menudo, los egresados se enfrentan a un mercado saturado en ciertas disciplinas, mientras que otras áreas, como las ciencias tecnológicas o las ingenierías, no reciben la atención necesaria. Este desajuste crea una brecha entre la oferta educativa y las vacantes disponibles, agravando el problema del desempleo juvenil.

Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de 2023, en Nuevo León el desempleo juvenil se mantiene por encima del 10%, un porcentaje considerablemente mayor que la media nacional, que ronda el 7.6%. Esto refleja una realidad difícil para aquellos que terminan sus estudios con la esperanza de encontrar un empleo acorde a su formación.

A esta falta de oportunidades se le suma el fenómeno del subempleo, que afecta a más del 40% de los jóvenes en la zona metropolitana de Monterrey, según un informe de la Cámara de Comercio de Monterrey. El subempleo se refiere a empleos que no corresponden con las habilidades ni la preparación del trabajador, lo que implica que muchos jóvenes terminan aceptando trabajos que no les ofrecen estabilidad ni un salario acorde con sus expectativas.

Esto genera un círculo vicioso de precariedad laboral, en el que los salarios no son suficientes para cubrir los costos básicos de vida, especialmente en una ciudad como Monterrey, donde los precios de la vivienda y los servicios han aumentado considerablemente en los últimos años.

En cuanto a los salarios, la realidad es igualmente desalentadora. A pesar de ser uno de los estados más industrializados y con mayor inversión extranjera directa en México, muchos jóvenes que logran encontrar trabajo en sectores como la manufactura o los servicios no alcanzan un salario digno.

El salario promedio mensual para los jóvenes en Nuevo León oscila entre los 7,000 y 8,000 pesos, una cifra que está muy por debajo de las necesidades básicas para vivir en una ciudad con un alto costo de vida. Esto plantea un desafío no solo para los jóvenes que se incorporan al mercado laboral, sino también para sus familias, que deben ajustar sus expectativas y enfrentar un panorama económico que no mejora.

Esta situación refleja una de las fallas del sistema capitalista: la distribución desigual de las oportunidades laborales y la creciente precarización del empleo. El sistema pone el énfasis en la maximización de la rentabilidad y la competencia, lo que conduce a un mercado de trabajo cada vez más flexible y volátil. Mientras que la flexibilidad laboral representa una ventaja para las empresas, para los trabajadores jóvenes se traduce en contratos temporales, jornadas laborales inestables y empleos sin prestaciones sociales. Todo esto contribuye a la inseguridad laboral y a la falta de bienestar económico.

Además, el capitalismo ha incentivado la globalización y la automatización de ciertos sectores, lo que ha provocado la reducción de empleos en áreas clave para los jóvenes. La deslocalización de industrias y la sustitución de mano de obra humana por maquinaria en sectores como la manufactura o el comercio minorista han reducido las oportunidades laborales en el sector tradicional. Este fenómeno también se extiende a las nuevas tecnologías, donde las grandes empresas tienden a centralizar sus operaciones en unos pocos centros urbanos, dejando a muchas ciudades y regiones fuera de las oportunidades generadas por la digitalización.

En resumen, aunque Nuevo León sigue siendo un polo de desarrollo económico importante en México, la realidad laboral para los jóvenes es difícil. La falta de oportunidades acordes con su formación, los salarios bajos y las condiciones de trabajo precarias son consecuencias directas de un sistema económico que, en lugar de garantizar un desarrollo equitativo, favorece la rentabilidad a corto plazo por encima del bienestar de los trabajadores. Esto no solo afecta la calidad de vida de los jóvenes, sino que también limita su capacidad de generar un futuro estable y próspero en su propia tierra.

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