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lunes, junio 30, 2025

Sobre la demolición de las Ciudad de las Artes en Tepic, Nayarit.

Por Dra. Viridiana Aguirre Tejeda | Célula Vicente Lombardo Toledano.

Comentaba hace unos días que la situación de la demolición de la llamada Ciudad de las Artes, se debía analizar desde todas las dimensiones que trastocan este evento, sin embargo, por más que le escarbo, concluyo que lograr un análisis a profundidad del tema debe ser meticuloso considerando todos los aspectos que implica la desaparición de un espacio cultural, estas opiniones deben ser fundamentadas con más datos, estructura teórica y metodológica, y será tarea de estos próximos días.

Con apoyo de la información disponible desde los medios oficiales, notas periodísticas y datos del INEGI intentaremos hacer un análisis “rápido”, e intentar desenredar y exponer las diferentes aristas del asunto.

Advertencia: A falta de capacidad de síntesis, me disculpo por adelantado.

Este “breve” análisis tiene un poco de perspectiva económica, política, histórico-social y por supuesto cultural. Vamos a analizar el asunto a la luz de la información disponible y de la tesis central de mi línea de investigación sobre los usos del patrimonio (económico-político y cultural).

Me gusta la historia, conocerla de boca de su gente, de los moradores de las comunidades, así como la historia del territorio, cómo se transforma, el poder de ver y entrelazar nuestra historia personal a través de los cambios del espacio que habitamos. El espacio a analizar es emblemático por sí solo. Uno de sus primeros proyectos públicos que se fundó en 1959 (Gente Nayarit, 2022), el Estadio Nicolás Álvarez Ortega, ahí, miles de Nayaritas disfrutaron del deporte en ese lugar sea como espectador, o futbolista de “Los Coras”, equipo que se convirtió en un icono identitario de la ciudad de la Tepic… Pero también, ese recinto era un espacio abierto para los niños y jóvenes que desarrollaban diferentes disciplinas del atletismo, el lugar fue semillero de talentosos atletas que representaron a la entidad en competencias nacionales. El anunció de la demolición del Álvarez Ortega se dio en 2008, y fue en 2009 cuando se ejecutó, durante el gobierno de Ney González, mismo que planeo desarrollar un espacio para las artes y la cultura; el proyecto inició su construcción, pero no contó con el presupuesto y por consecuencia con la infraestructura necesaria para la práctica y exposición del arte y la cultura, y terminó su construcción en 2011 durante la gestión de gobierno de Roberto Sandoval. Aunque para este caso particular, se dio una consecución de los planes de desarrollo y obra pública, Nayarit tiene un historial de planes de desarrollo sexenales que no han procurado la continuidad de los proyectos de sus antecesores, realizando cambios en obras o espacios destinados para otros propósitos. Esto se debe a diferentes factores, uno puede ser los cambios de partidos políticos que ascienden al poder, que desean desdeñar el trabajo del anterior mandatario, ya sea por la demagogia política o egos frágiles, y la razón más evidente porque pueden asignar presupuestos de obra pública donde las cantidades de inversión son tan grandes que se convierten en negocios redituables para no solo las constructoras locales, sino también para el propio gobierno, que siempre encuentra la manera de tomar una tajada en las licitaciones que se “concursan”. Ejemplo de ello, es el presupuesto que en su momento se aprobó para la construcción de la ciudad de las Artes por 54 millones de pesos, monto insuficiente para lo que se planeaba, pero que además despertó sospechas de desvíos por la misma razón; y el que ahora se presume podría ser un presupuesto de más de 300 millones de pesos para la reconstrucción del estadio Nicolás Álvarez Ortega.

En 2015 presenté una investigación sobre la contribución del sector cultural en el desarrollo económico – entendido como bienestar social, calidad de vida, crecimiento económico, inclusión social y desarrollo sostenible-, dicha tesis tuvo a bien entre muchos de sus resultados, calcular el índice de desarrollo cultural de Nayarit en un estudio longitudinal con cortes transversales en los años 2005, 2010 y 2015, para ello se tuvieron que analizar muchos datos en términos económicos, políticos, educativos, patrimoniales entre muchos otros, tal como la estadística de la infraestructura cultural rescatada durante 2015 y 2016 del Sistema de Información Cultural (SIC) del gobierno federal, esta se resume en la siguiente tabla:

Así mismo expongo el mapa de la distribución de los espacios culturales en la ciudad en 2014 y 2025, con información recuperada en el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del INEGI, donde es notorio que la concentración de las empresas, actividades y espacios culturales están en el centro histórico de la Ciudad.

Hay muchos otros datos que revelaré en mi próxima publicación pues el esfuerzo que requiere la investigación amerita la espera de los datos completos y el análisis, falta un análisis profundo a los presupuestos ejercidos en cultura durante los últimos gobiernos, la planeación estratégica del territorio, la situación ambiental de la ciudad, las políticas públicas promovidas, el impacto de los programas sociales- culturales (no los publicaré de forma libre dado que la práctica del plagio es muy común en algunos medios de comunicación locales).

Lo que puedo adelantar son algunos datos:

En la cartografía cultural del municipio se observa una escasa distribución de las actividades culturales en el municipio (Imagen 2), mientras que en la actual (Imagen 3) hay una mejor distribución de los espacios e infraestructura cultural, pero hay que tener en cuenta, que muchos de estos espacios registrados en el DENUE del INEGI son en su mayoría negocios privados o creados por colectivos de artistas, lo cual no es un reflejo de un crecimiento en la infraestructura pública cultural, más bien refleja el número escaso de espacios públicos, y el crecimiento de una oferta cultural promovida por particulares ante la posible demanda social de espacios.

Entre los datos más importantes que arrojó el análisis comparativo, es que los centros de formación aumentaron de 4 a 9 durante estos últimos 10 años, y entre ellos se encuentra la Escuela Superior de Música de Nayarit, que de momento y ante el inminente derrumbe de la Ciudad de las Artes, no existe más.

Actualmente, la infraestructura cultural de la ciudad de Tepic no ha variado significativamente, realmente los nuevos emprendimientos, infraestructura y/o actividades culturales en la ciudad en su mayoría son privados, o autogestivos, originados desde los esfuerzos de colectivos y grupos, estos a su vez han representado un dinamismo en la forma en la que se producen y consumen las actividades culturales en la capital nayarita.

Desde la perspectiva política, falta analizar bastante información sobre la política pública local, presupuestos, programas, cobertura de infraestructura, programas culturales y escuelas de formación artística per cápita, entre otra cantidad de información que será solicitada por los recursos de transparencia. Sin embargo, un tema que debo priorizar es la garantía del derecho a la cultura por parte del Estado, a nivel Global tanto la UNESCO como la propia ONU ha instado a los países miembros a que velen por la diversidad cultural, los derechos culturales de la sociedad, la defensa de la autonomía de los pueblos originarios, la protección y salvaguarda del patrimonio cultural; por un lado, la UNESCO estableciendo a la cultura como el cuarto pilar del desarrollo, y por si parte la ONU, promoviendo la desde los Objetivos del Desarrollo Sostenible como un elemento transversal para el logro de los mismos. No hay excusas, lo que está ocurriendo con la demolición de los recintos culturales sería una aberración para los mandatos de estos organismos internacionales, puesto que para los problemas que enfrenta nuestro país en términos de seguridad y la desintegración del tejido social, son pocos los recursos que existen en el sistema capitalista como la cultura, para crear consciencia, contrarrestar el numero de adicciones a drogas y la necesidad del ingreso a las filas del crimen organizado.

Las voces de arriba representadas por el poder político y económico son de confrontación, y las voces de la política de abajo, son de desesperanza al ver que se arrebata un espacio dedicado a la cultura, en una ciudad donde de por sí son escasos estos recintos. Este evento ha conformado bandos, y hay quienes en redes sociales, sin estudiar el asunto, tomando una postura antagonista casi pareciera por capricho, porque los argumentos de todo tipo, algunos de bajo nivel o reduccionistas, casi alegan “¿Que es mejor el deporte o la cultura?”, “El lugar estaba abandonado”, “Que si se realizaban o no actividades ahí”, entre otras, y al final, con estos comentarios simplistas y faltos de argumentación lo único que hacen es legitimar el discurso político del Gobierno del Estado.

Por parte del Gobierno del Estado, se ha hecho uso de los medios de comunicación para disfrazar la situación, los mensajes enviados a la ciudadanía han sido desafortunados e irresponsables sobre todo porque no hay certeza de nada, no se consultó, no se avisó a la comunidad, y por si fuera poco, tampoco hay una licitación o propuesta en concreto. Aún sin ninguna garantía de qué pasará con el espacio, la demolición continúa. Y eso nos regresa un poco a retomar la perspectiva de la historia, confrontar a la sociedad para dividirla ha pasado en muchas ocasiones en números ejemplos de movimientos sociales… No permitamos que nos confronten como sociedad, las partes en disputa, no debemos jamás estar de acuerdo con el hecho de que se utilice la intimidación como forma coercitiva de control social para invalidar o callar las voces disidentes; enviar esa cantidad de elementos policíacos al sitio no puede interpretarse de otra forma, no se puede ser tan ingenuo.

Cómo sociedad nuestro trabajo es más allá de solo tomar una postura respecto de la problemática, necesitamos hacer un ejercicio reflexivo más profundo para tomar una postura u otra, sobre todo para tener una idea de hacía dónde queremos caminar como comunidad. Piénsenlo, los impuestos son de la sociedad y lo más irónico, es que al final somos nosotros la ciudadanía, los quedamos en medio de esta ambición por el poder político y económico.

Por último, el asunto que finalmente legitima todo el problema: ¿Porque es importante para las personas que durante toda la semana han estado manifestándose por la protección de este espacio?

Inicie con un poco de historia con el propósito de que entendamos que todos los espacios públicos de la ciudad, son parte de nosotros, los humanos que habitamos el espacio, son parte del patrimonio cultural por como entrelazamos nuestra historia con la del territorio, como crece la ciudad y con ello se modifican los espacios, como a través de su uso social damos vida a los espacios, que nos representan y simbolizan. Si este espacio no tuviera ningún valor simbólico, político, social, cultural, créanme que nadie iría a defenderlo, porque no sería un referente identitario de la sociedad. Concluyo explicando, que algo muy cierto es que la sociedad debería tener el derecho inalienable de construir o destruir según convenga a su pueblo, y de decidir cómo se priorizan los impuestos.

En fin, hay muchísima información que se ha generado durante las últimas semanas respecto del tema, y esperemos se siga produciendo mucha más investigación para alimentar el debate social, y sobre todo definir un plan de acción como colectivos artísticos y culturales.

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