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domingo, noviembre 2, 2025

Precarización laboral, la realidad de la situación de la clase obrera en México.

Por Edgar Dávalos Célula Carlos Marx-CDMX.

En los inicios del capitalismo, el proletariado se caracterizaba por ser desposeído de lo único que le dotaría de recursos para poder sobrevivir, su fuerza de trabajo y sus medios de producción. Lo anterior a través de una migración generalizada de las actividades del campo hacia la industria o bien de la captación de artesanos de forma masiva para llevarlos a grandes plantas industriales a producir en masa para las ciudades y Estados nación recientemente conceptualizados en el mundo.

Adicionalmente, la Revolución Industrial trajo consigo una eminente y repentina apropiación de plusvalía (proveniente del proletariado) por parte de la burguesía, por medio de la tecnificación e intensificación del trabajo del obrero industrial, misma que se ejemplificaba a través de la incorporación de maquinaria y equipo de última generación, que revolucionaría la producción en masa de bienes y servicios que se ofertaban en los mercados nacionales e internacionales de esa época.

Con lo anterior, se acrecentaban las ganancias capitalistas y se expandían las necesidades sociales de una población basta de obreros que antes fueron artesanos y que ahora recibirían un salario de miseria. Dicha situación la refería Engels así: “La revolución industrial tiene para Inglaterra la significación que tuvo para Francia la revolución política y la revolución filosófica para Alemania, y la diferencia existente entre Inglaterra de 1760 y aquella de 1844 es por lo menos tan grande como aquella que diferencia la Francia del antiguo régimen de aquella de la revolución de julio. Sin embargo, el fruto más importante de esta revolución industrial es el proletariado inglés.” (Engels, 1845).

Asimismo, recordando la Ley General de la Acumulación Capitalista descrita por Karl Marx en El Capital, se decía que entre mayor fuerza de trabajo pudiera comprar el Capitalista, mayor sería la forma corpórea de Capital que pudiera reproducir por medio de la apropiación de la plusvalía en sus dos formas, absoluta y relativa, la primera caracterizada por alargar la jornada laboral y la segunda tecnificando al obrero, intensificando los procesos productivos o bien encareciendo los productos de consumo básico, precarizando con lo anterior el salario recibido por el obrero.

Estas condiciones en muchos casos provocarían levantamientos, huelgas, protestas e inconformidad por parte de la clase obrera, sin embargo, dichos instrumentos eran usados justamente por los dueños del Capital a su favor, desmantelando los movimientos sociales desde adentro y fragmentando la lucha de múltiples formas, algunas veces por medio de esquiroles y otras más radicales, erradicando líderes. Engels nos refería en ese sentido lo siguiente: “…Prosigamos. Cuanto mayor era la empresa industrial y cuantos más obreros ocupaba, tanto mayores eran los perjuicios que experimentaba y las dificultades comerciales con que tropezaba ante cualquier conflicto con los obreros. Por eso, con el transcurso del tiempo, apareció entre los industriales, sobre todo entre los grandes fabricantes, una nueva tendencia. Aprendieron a evitar los conflictos innecesarios y a reconocer la existencia y la fuerza de los sindicatos; por último, llegaron incluso a descubrir que las huelgas constituyen -en un momento oportuno- un excelente instrumento para sus propios fines. Así, resultó que los grandes fabricantes, que antes habían sido los instigadores de la lucha contra la clase obrera, eran ahora los primeros en predicar la paz y la armonía. Tenían para ello razones muy poderosas”. (Engels, 1845).

Dichos sindicatos mencionados invisibilizaban las condiciones objetivas y diluían movimientos en Inglaterra, evitando que la primera Revolución socialista en el mundo se gestara en ese país.

Este pensamiento crítico y analítico de Engels sigue vigente en nuestros días y latitudes, ya que las condiciones socioeconómicas de la clase obrera mexicana siguen asemejándose a las condiciones vividas por los obreros ingleses en el siglo XIX. Aquí, al igual que en esa época persiste el hambre, la precariedad y la miseria para un gran segmento de la población mexicana, misma que cada día sale a buscar el sustento económico para la sobrevivencia de los suyos, de los que menos tienen, de los de abajo, aquellos que sostienen no solo a la burguesía mexicana sino al país entero.

Ejemplo de ello, es justamente los altos niveles de pobreza que sigue teniendo la población mexicana, ubicando a los estados del sur del país como los más pobres y olvidados, por ejemplo, para 2022 el estado de Chiapas contaba con un 67.4% de su población en situación de pobreza, seguido de Guerrero y Oaxaca con 60.4% y 58.4%, respectivamente, (Ver Figura 1).

Figura 1 Población en situación de pobreza, proporción de la población 2022.

Fuente: CONEVAL-2022.

Por otro lado, de acuerdo con datos del INEGI, levantados por medio de la Encuesta Nacional Ingreso y Gasto de los Hogares de 2022 (ENIGH), las personas de mayores ingresos en el país concentran el 31.5% de la riqueza, mientras que los más pobres solo el 2.1%. Lo que trae consigo una gran brecha de desigualdad económica y social entre clases sociales (Ver figura 2).

Figura 2 Distribución porcentual del ingreso corriente total trimestral por deciles de hogares.

Fuente: INEGI-ENIGH 2018 y 2020.

Nota: Los deciles IX y X son los de mayores ingresos, mientras que el I y el II los de menor.

Esta brecha no solo se ve entre clases, sino también entre el campesinado y el obrero de la metrópoli, ya que proletariado rural cuenta con menores ingresos que el proletariado urbano, ambos en condiciones desiguales versus la burguesía nacional. Esto se observa a detalle en la siguiente figura:

Figura 3 Ingreso corriente promedio trimestral por deciles de hogares según el tamaño de localidad y año de levantamiento (Pesos).

Fuente: INEGI-ENIGH 2016-2022.

Otra de las características de la clase obrera mexicana es la pérdida desmesurada del poder de compra del salario mínimo, ya que de acuerdo con el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM “La pérdida acumulada del poder adquisitivo en treinta años, del 16 de diciembre de 1987 al 26 de octubre del 2017, es del 80.08%, medida de acuerdo con la Canasta Alimenticia Recomendable.” (CAM, 2018). Lo anterior, deja al proletariado nacional en un nivel muy alto de vulnerabilidad (Ver figura 4).

Figura 4 Tiempo de trabajo necesario para comprar la Canasta Alimenticia Recomendable en México (horas: minutos).

Fuente: CAM-UNAM con datos de la CONASAMI-2017.

De esta manera han arrojado literalmente a millones de trabajadores ocupados a la pobreza extrema. De acuerdo con el CAM, en catorce años, la precarización salarial avanzó de 18 millones 554 mil 765 trabajadores ocupados en pobreza extrema, con una Tasa de Población Ocupada en Pobreza Extrema (TPOPE) de 42.2%, a 40 millones 567 mil 884 trabajadores ocupados en pobreza extrema, con una TPOPE de 77.9%. (CAM, 2020), (Ver figura 5).

Figura 5 Tasa de Población Ocupada en Pobreza Extrema en México (Población ocupada que no puede adquirir la Canasta alimenticia Recomendable). Cuarto trimestre de 2020.

Fuente: CAM-UNAM con datos de la Encuesta Nacional de la Ocupación y el Empleo (ENOE) del INEGI.

Por tanto, para poder dimensionar la magnitud de desigualdad económica y social que impera en México, es preciso comentar que la mayor cantidad de trabajadores que conforman la Población total ocupada en el país ganan entre 0 y 2 salarios mínimos, lo que equivale más de 40 millones de trabajadores (Ver Figura 6). Dicha situación pone de manifiesto no solo una precariedad laboral, sino una constante decadencia del proletariado nacional versus una concentración cada vez más pronunciada del Capital en unas cuantas manos pertenecientes a la clase burguesa.

Figura 6 Población total ocupada por rango de salarios mínimos Nacional, (Primer trimestre de 2025).

Fuente: CONEVAL con base en datos de la Encuesta Nacional de la Ocupación y el Empleo (ENOE) del INEGI.

Finalmente, por tal razón Engels describía en el siglo XIX dichas condiciones intrínsecas en la clase obrera bajo el sistema Capitalista: “En esta guerra social, el capital, la propiedad directa o indirecta de las subsistencias y de los medios de producción es el arma con la cual se lucha; asimismo está claro como el día, que el pobre sufre todas las desventajas de semejante estado: Nadie se preocupa de él; lanzado en este torbellino caótico, tiene que defenderse como pueda. Si tiene la suerte de encontrar trabajo, es decir; si la burguesía le concede la gracia de enriquecerse a su costa; obtiene un salario que apenas es suficiente para sobrevivir; si no encuentra trabajo, puede robar, si no teme a la policía, o bien morir de hambre y aquí también la policía cuidará que muera de hambre de manera tranquila, sin causar daño alguno a la burguesía.” (Engels, 1845).

Referencias:

“La situación de la Clase obrera en Inglaterra”, Engels, 1845.

“El Capital”, Carlos Marx, 1867.

CONEVAL https://www.coneval.org.mx/Paginas/principal.aspx

INEGI-ENIGH https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enigh/nc/2022/doc/enigh2022_ns_presentacion_resultados.pdf

INEGI-ENOE https://www.inegi.org.mx/programas/enoe/15ymas/#tabulados

CAM-UNAM “líneas de investigación” https://cam.economia.unam.mx/lineas-de-investigacion/

CAM-UNAM Reporte de investigación 136: En pobreza extrema el 80% de la población ocupada en México, https://cam.economia.unam.mx/reporte-de-investigacion-136-en-pobreza-extrema-el-80-de-la-poblacion-ocupada-en-mexico/

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