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miércoles, octubre 22, 2025

Declaraciones del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla. (Transcripción + vídeo)

El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, ofreció declaraciones a la prensa nacional y extranjera sobre las presiones de EE.UU. a países para votar en contra de la Resolución que se presenta anualmente en la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU).

Declaraciones a la prensa del ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla

22 de octubre de 2025

Agradezco mucho su asistencia. Me excuso por haberlos convocado con poca antelación, pero queremos compartir con nuestro pueblo y con la comunidad internacional información relevante con relación a las sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas de los días 28 y 29 de octubre para la consideración del tema y la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Será la oportunidad de aprobar una vez más y en el órgano más representativo y democrático de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional un llamado abrumadoramente mayoritario, casi unánime de la comunidad internacional a poner fin al bloqueo a Cuba. Esta sesión transcurrirá en una coyuntura internacional caracterizada por el reforzamiento de la agresión económica contra Cuba que la Asamblea ha rechazado por décadas, año tras año, y de aplicación por parte del gobierno de los Estados Unidos de una política exterior sumamente agresiva, intimidatoria, incluso contra sus socios o aliados más cercanos.

Tenemos información fidedigna de presiones intimidatorias y engañosas que está ejerciendo el gobierno de Estados Unidos sobre varios países, especialmente de América Latina y Europa, con el objetivo de conminarlos, obligarlos a modificar la posición tradicional, histórica, que han asumido y sostienen en apoyo a la Resolución contra el bloqueo.

El gobierno de Estados Unidos combina esta política de presión extrema, un despliegue extraordinario, totalmente inusual, quizás inédito en relación con este tema en todas las latitudes, con una campaña calumniosa, mendaz, de intoxicación informativa, dirigida no sólo a distorsionar la imagen de Cuba, sino a generar elementos de presión contra terceros países respecto precisamente a su postura con relación al bloqueo contra nuestra Patria. A generar un clima de desinformación, de confusión, a tratar de provocar desesperanza, desmoralización, a tratar de generar en los Estados miembros de las Naciones Unidas un sentimiento de inseguridad o de temor.

Voy a mostrar evidencia irrefutable de esta campaña que transcurre con extraordinaria intensidad en este momento y que viene de las últimas dos semanas. Recordarán ustedes el despacho cable gráfico de la agencia Reuters que, basándose en documentos del Departamento de Estado a los que tuvo acceso de alguna manera, expuso la estrategia activa del Departamento de Estado para coaccionar a varios gobiernos y modificar su postura declarativa o mediante su voto en la Asamblea General. Fue una revelación oportuna que incluyó pasajes de la comunicación del Departamento de Estado a los gobiernos.

No sé si Reuters tuvo acceso al texto completo. Yo lo tengo aquí en la mano. Este es el texto de la comunicación mendaz, calumniosa, irrespetuosa con la soberanía de los Estados del planeta, de Estados independientes, con los gobiernos, que incluye presiones y amenazas groseras si mantuvieran el voto a Cuba.

Y que tiene una estructura muy curiosa. Tiene un enfoque fraudulento, mentiroso, desvergonzado, en que por una parte trata de demostrar, y es uno de los subtítulos, “el régimen cubano no merece su apoyo”. Esto lo dirigen a gobiernos que consistente y contundentemente han votado por décadas, algunos por más de 30 años, a favor de la eliminación del bloqueo, del restablecimiento del imperio del derecho internacional, el cese de un crimen de genocidio tipificado en la Convención correspondiente; y que integran una mayoría abrumadora de los Estados miembros de las Naciones Unidas; que refleja también el pensamiento y la posición ampliamente mayoritaria de los ciudadanos estadounidenses; que son los que pagan a los emisarios, a los diplomáticos norteamericanos que están involucrados en estas gestiones; que también refleja la opinión mayoritaria de los cubanos residentes en Estados Unidos, todos los cuales son a su vez víctimas de esta política de agresión, hostilidad y bloqueo.

Un segundo enfoque es el lenguaje este torpe, de la guerra fría, que refleja ignorancia. No sienten la necesidad de argumentar con seriedad ante los gobiernos, parece que piensan que la presión brutal y los actos de amenaza son suficientes. Leo el documento y me doy cuenta de que no se proponen en serio convencer realmente a nadie, sino intimidar, presionar.

Dicen: “No es el bloqueo la causa de los problemas de la economía cubana”. He demostrado fehacientemente con datos, y estoy dispuesto a volver a hacerlo. Estamos dispuestos a polemizar sobre este tema; están dispuestos a hacerlo expertos cubanos, expertos en nuestra economía, para demostrar que sí: el bloqueo es la causa principal de los problemas de nuestra economía, y el obstáculo principal para nuestro desarrollo.

En tercer lugar, “los abusos de los derechos humanos en Cuba son mayores que nunca”. Esto lo dice el país que es ya prácticamente autor, más que cómplice, del genocidio en Palestina, de atroces violaciones de derechos humanos en otros países, que tiene un patrón propio de violaciones masivas, flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos, sobre todo de las personas de menores ingresos, de las minorías, como se ha visto en las grandes manifestaciones. El país que tiene su gobierno en apagón, que tiene su gobierno cerrado, entre otras cosas, por el tema de la protesta por los recortes a las políticas sociales, a la salud, por ejemplo. O lo dice el país que tiene una política hoy brutalmente anti-inmigrante, represiva y racista. O lo dice un país que está realizando hoy ejecuciones extrajudiciales a mansalva, de manera sistemática y reiterada, en su despliegue militar que amenaza a Venezuela y a toda Nuestra América.

Pero lo más ridículo y mendaz de este documento es el último capítulo. Dice: “Cuba es una amenaza a la paz y la seguridad internacionales”. Parece una burla, parece una burla.

Si nuestra Cancillería recibiera un documento de este tipo para pedirnos algo, se sentiría ofendida. Diríamos: respeten nuestra inteligencia, respeten nuestra seriedad. Mensajes vergonzosamente mendaces y calumniosos.

La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del pasado 11 de octubre fue clara y precisa y reitero aquí cada una de sus afirmaciones y palabras. Acusar a Cuba, cuya capital fue el lugar donde se firmó la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, por los jefes de Estado y Gobierno de toda Nuestra América; acusar a Cuba que es un país de paz; acusar a Cuba que es un país agredido, que ha sufrido agresiones incluso directas de los Estados Unidos, es de un extraordinario cinismo.

Lo que está haciendo el Departamento de Estado, su Secretario de Estado, algún que otro subsecretario, no es diplomacia. No es diplomacia.

Es una presión con argumentos en los que nadie cree y que nadie va a creer, para intentar alterar el debate que se va a producir el día 28 toda la mañana y parte de la mañana del 29. Desviar el tema, acusando a otros, presionando a otros, desviar el tema de lo principal que es el abuso que realiza el Gobierno de los Estados Unidos, una gran superpotencia contra un pueblo pequeño, noble, trabajador, solidario y pacífico. Evitar que la comunidad internacional se concentre en las graves violaciones a los derechos humanos de las cubanas y cubanos que constituye el bloqueo.

Tratar de desviar la atención del crimen que se comete y que provoca hoy a nuestro pueblo privaciones, sufrimientos, dificultades, carencias, como las que comparten ustedes con nosotros cada día. Tratar de evitar que nuestro pueblo continúe denunciando que detrás de los apagones y de la fragilidad de nuestro sistema eléctrico nacional está la persecución norteamericana de los suministros de combustible, está la prohibición a terceros países. Hace pocas semanas, como ya dije, una corporación internacional y un gobierno de un país que tiene una relación favorable con Cuba se negó a suministrar piezas de repuesto o asistencia técnica para reparar una de nuestras tres mayores plantas termoeléctricas. O la persecución contra las compañías navieras que cargan los suministros de combustible o las aseguradoras o las reaseguradoras.

Tratan de evitar que la comunidad internacional se pronuncie otra vez sobre las consecuencias y los daños humanitarios extraordinarios que está provocando el endurecimiento extremo, deliberadamente con ese fin, con generar sufrimiento a la familia cubana ante estas cortinas de humo en las que nadie puede creer.

Este documento fue distribuido por el gobierno de los Estados Unidos en numerosas capitales. El sentido que tiene es de desfigurar la realidad, de fabricar un pretexto, pero es, sobre todo, repito, intimidar. Pero no les resultó suficiente con el documento que circularon el día 8 de octubre. No resultó, parece, suficiente, no dio resultado, parece que nadie se lo creyó, nadie se asustó. Y entonces el día 17 de octubre tuvieron que repetir otra dosis del documento. El del 8 de octubre tiene frases brutales. Por ejemplo, dice que “Cuba utiliza este debate y esta resolución como un arma”.

¿Qué quiere decir eso? Bueno, Naciones Unidas adopta cientos de resoluciones y nadie piensa de esa manera. El gobierno de Estados Unidos hace mucho énfasis y trabaja mucho por lograr, generalmente con poco éxito, que sus políticas sean respaldadas por resoluciones de la Asamblea General.

Dice que el gobierno de Estados Unidos tiene evidencia de que “el régimen cuenta con el apoyo de la comunidad internacional”. ¡Vaya descubrimiento! Pero no deja de llamar la atención ese reconocimiento. Me recuerda al señor Mallory cuando decía, el gobierno tiene el apoyo mayoritario de los cubanos. Bueno, aquí los yanquis dicen, “bueno, reconocemos que ustedes, casi todos, apoyan el levantamiento del bloqueo”.

En la dosis del día 17 de octubre, es decir, casi una semana después, 9 días después, tengo aquí el otro documento. ¿Reuters está aquí? ¿Lo tienen ustedes? Está bien. Bueno, si lo tuvieran, podrían haberlo publicado, ¿no? Como hicieron oportunamente con aquel.

Bueno, yo tengo el otro aquí. Hay que reconocer que es más conciso, pero más mendaz, y más amenazador. Se da el lujo, este documento, de mencionar a países soberanos, por ejemplo. Es insólito que mencione a países de América Latina.

Este irrespeto de circular un papel por todo el mundo en este sentido, y da cifras ridículas para tratar de argumentar sus mentiras. Dice, por ejemplo, y cito, estoy traduciendo del inglés: “hablando claramente, no existe ningún bloqueo contra Cuba”. Eso dice.

Está aquí el papel. Es este que acabo de mostrar. “No existe ningún bloqueo contra Cuba”. Pero después dice: “no existe nada que le impida a Cuba establecer interacciones económicas con terceros países”. La Ley Helms-Burton, el título 3; la Ley Torricelli; las políticas de amedrentamiento, de intimidación; las demandas en cortes norteamericanas contra compañías de cualquier país o personas de cualquier país, extendiendo arbitrariamente la jurisdicción de las cortes norteamericanas y sus leyes de manera extraterritorial. Es decir, realmente es desvergonzada la mentira.

Y después entonces se pregunta: “¿dónde está el bloqueo?” Está dicho así en el papel. Pero regresa al mismo tema de tratar de impedir, de presionar el voto en relación con el bloqueo a Cuba, con el pretexto de que Cuba es una amenaza para los Estados Unidos. Lo cual es una tontería, pero es una tontería muy peligrosa porque así empiezan las acciones agresivas que pueden tener consecuencias incalculables, como se ha visto en el pasado con numerosos países de diversas regiones o como está ocurriendo ahora en el sur del Caribe con ese despliegue extraordinario e inusual que amenaza a todo el mundo.

Dice textualmente, traduzco: “en el plano internacional Cuba socava activamente la paz y la seguridad”. Es algo que no admite seriedad. Y tiene también, igual que el anterior, frases de amenaza directa: “Lo instamos a rechazar esta resolución”.

No han sido solo los funcionarios pagados por los contribuyentes norteamericanos, su Secretario de Estado y otros, sino también las plataformas tóxicas, los congresistas anticubanos. Es como si los que redactan estos papeles no se hubieran leído el memorándum de Mallory, si no fuera el Secretario de Estado la reencarnación de Mallory.

Es como si el bloqueo no tuviera nada que ver con la infraestructura eléctrica, el transporte, las comunicaciones, el abasto de agua, la producción de alimentos, la producción de medicamentos en Cuba. Pero los congresistas estadounidenses, algunos congresistas estadounidenses muy anticubanos, algunos de la Florida, en vez de ocuparse del tema que debería concentrar su prioridad, en vez de trabajar por lo que les paga muy generosamente el contribuyente estadounidense, que es tratar de abrir el gobierno de los Estados Unidos, que está cerrado, decenas de miles de empleados del gobierno de Estados Unidos no están recibiendo salarios, pagos; en vez de ocuparse, de tratar de hallar arreglos en temas que conciten el mayor interés del pueblo estadounidense, como se ha visto en manifestaciones recientes, que es por ejemplo el acceso, el derecho a la salud, en vez de tratar de votar de una vez y abrir el gobierno, están dedicados al tema del bloqueo a Cuba.

En vez de dedicarse al tema de la persecución feroz contra sus electores migrantes, o contra los familiares de sus electores y los migrantes cubanos, latinoamericanos, caribeños y de otros países, que ellos ayudaron con sus políticas a llevar a Cuba; en vez de ocuparse de los cubanos que fueron allí a residir permanente o temporalmente atraídos por sus efectos de privilegio, sus llamados a hacerlo, utilizando los flujos migratorios como un elemento de naturaleza política; en vez de ocuparse de ellos, que están siendo perseguidos en los hospitales, en las escuelas cuando llevan los niños, en los mercados cuando van a comprar, que están siendo deportados masivamente, ah no, se están ocupando del tema del bloqueo a Cuba.

Y también han mandado cartas a un montón de países, amenazadoras, vinculando incluso el voto de esos países con relación a esta Resolución, con temas que no tienen nada que ver con esto, relativos a los vínculos entre esos países y los Estados Unidos, entre sus compañías privadas y la economía norteamericana, entre sus intereses de política exterior, entre sus intereses de paz, seguridad, estabilidad nacional o regional con relación a Estados Unidos, respecto a las operaciones de Naciones Unidas, en una posición de chantaje, respecto a las tarifas comerciales, respecto a las sanciones de privación de visados. Es decir, son cartas verdaderamente insultantes. Bueno, he traído una de ellas y voy a leer algunos fragmentos, voy a traducir también del inglés.

La gran mentira del supuesto involucramiento de Cuba en el conflicto en Europa, en la guerra en Ucrania. Dice: “hasta 20.000 ciudadanos cubanos han sido reclutados”. Todo el mundo sabe que eso es mentira.

Plantea que los que en su discurso reiteren sus posiciones, van a legitimar la propaganda de Cuba y van a socavar, van a dañar a los aliados democráticos de los Estados Unidos en el hemisferio occidental y van a dañar a los propios Estados Unidos. Esto parece escrito en el año 62, 63. Dice: “van a legitimar a uno de los aliados militares más cercanos de Moscú”.

Pero plantea que el voto socava la autoridad moral de ellos, de la región, de Estados Unidos y termina diciendo: “seré totalmente claro, ser aliado de Estados Unidos supone apoyar a Estados Unidos contra las fuerzas que dañan, debilitan, erosionan la libertad y la seguridad nacional en el hemisferio occidental”. Es decir, ser aliado significa que usted tiene que apoyar a Estados Unidos. Dice: “si usted no hace eso, usted se convertirá en un facilitador a escala regional de la agresión autoritaria desde Moscú y Caracas, o se convertirá también en un cómplice para la facilitación, los actos de redes ilícitas que amenazan la estabilidad en todo el continente americano”. ¿De qué está hablando? Del terrorismo, del narcotráfico. Es decir, de la misma mentira en la que se construye la amenaza militar contra la región vinculando y mezclando terrorismo, narcotráfico con un despliegue militar ofensivo.

Dice más adelante, dice “justificar”, ya ni siquiera ya es defenderlo, sino justificar o defender ese comportamiento, es decir, el de votar en Naciones Unidas, etc., es “contraproducente para los intereses comunes de seguridad”. Entonces esto se lo ha dirigido a un dignatario, es decir, esto no se lo ha mandado a una organización de otra naturaleza; es decir, esta carta está dirigida a cancilleres, a presidentes, a embajadores; es decir, es de un gran irrespeto.

Continúa diciendo: “mi gobierno ha apoyado siempre a sus socios democráticos”. Y entonces viene la amenaza: “insto a su gobierno”, -la palabra insto en inglés suena muchísimo más dura que en español- “Insto a su gobierno para que muestre la misma claridad y convicción de objetivos y ética oponiéndose resueltamente a esta resolución”.

Y entonces termina con la amenaza más directa que yo he visto en esta campaña brutal de cañoneras: “Espero que usted le dé total y adecuada consideración a esta carta, que aborda este tema que es de la mayor importancia, pero lo hace de conformidad con estatutos, reglamentos y autoridades legales aplicables”. ¿Qué quiere decir esa frase? Esa frase quiere decir que si usted no hace lo que yo le estoy urgiendo hacer en esta carta, usted va a ser objeto de sanciones. Eso es lo que quiere decir esa última frase. Lea la carta y tómesela en serio, porque esto detrás de la carta vienen los actos amparados en estatutos, reglamentos y autoridades legales aplicables.

El Secretario de Estado, algún que otro subsecretario, muchos embajadores de Estados Unidos, están en este momento inmersos en intensas y agresivas gestiones diplomáticas. Tanto en la sede de las Naciones Unidas como en Washington, como en las capitales de numerosos países. Las presiones que están realizando, sobre todo en Europa y en América Latina, son brutales y de un irrespeto extraordinario. Se habla incluso de algunos emisarios.

Sorprende que el Secretario de Estado en vez de concentrarse en sus prioridades, por ejemplo en impedir los bombardeos de Israel después del acuerdo de paz a Gaza, que están provocando daños civiles, o la prohibición de entrada, la restricción de entrada de ayuda humanitaria a Gaza; en vez de dedicar más tiempo al tema de trabajar por la paz, que es trabajar por el Nobel, supuestamente del presidente Trump; en vez de presentar otros candidatos, como hizo en el pasado; en vez de ocuparse de los temas fundamentales de la política exterior estadounidense en este momento crucial, se ocupan de este tema.

Hemos considerado que es importante que estos hechos se conozcan por nuestro pueblo y sean conocidos por la comunidad internacional.

Yo me pregunto: esta ansiedad inusual del Departamento de Estado, del gobierno de Estados Unidos a qué puede deberse si no a la convicción de que el bloqueo les provoca total aislamiento y profundo descrédito a la política exterior, y que van a recibir otra vez el castigo del aislamiento absoluto, de la singularización, de la crítica y la apelación directa de los gobiernos de todo el planeta al levantamiento del bloqueo.

Esta ansiedad refleja que el gobierno de Estados Unidos comprende que la comunidad internacional cree y respalda en su inmensa mayoría la necesidad de poner fin al bloqueo. Tengo una seguridad absoluta de que así va a ocurrir el día 29, bueno el 28 en el debate y el 29 desde media mañana o al mediodía en esa votación.

Estoy convencido de que va a ser una victoria de los pueblos, del Derecho Internacional, de los pueblos del Sur. Estoy seguro que la abrumadora mayoría de los Estados miembros va a votar una vez más por la verdad y con la verdad, por la justicia y con la justicia, va a votar para reclamar, demandar el fin del bloqueo. Estoy seguro que la verdad va a prevalecer sobre la presión, el chantaje y la calumnia. Estoy convencido de que el resultado va a ser la humanidad contra la política del gobierno de los Estados Unidos.

La comunidad internacional, la poderosa Asamblea General de Naciones Unidas contra el bloqueo del gobierno de los Estados Unidos. Estoy seguro que el gobierno de los Estados Unidos va a quedar aislado si acaso con algunos lacayos, que va a ser una gran victoria de la Revolución cubana, una victoria de Cuba, doblemente meritoria en las circunstancias difíciles en que transcurre la vida internacional.

Muchas gracias.

(Transcripción de Cubaminrex)

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