Este domingo se llevó a cabo un mitin en la Plaza de Armas de la Ciudad de Chihuahua en el marco de la Jornada Nacional contra el Intervencionismo Yanqui. Diversas organizaciones y colectivas se reunieron para denunciar la creciente amenaza del imperialismo norteamericano en Latinoamérica, que ha llegado a su expresión más clara en décadas con el despliegue militar en el Caribe en su intento por derrocar a la Revolución Bolivariana. Los golpes de ahogo que tira el imperio estadounidense en la región y en el mundo se han vuelto un punto de preocupación que deben de seguir siendo combatidos.
Durante el mitin se denunció el sanguinario asesinato de pescadores en lanchas en las costas del Caribe y el Pacífico que el despliegue militar estadounidense ha llevado durante los últimos meses, su robo descarado de un carguero petrolero de Venezuela (en medio de los comentarios del presidente estadounidense llamando a recobrar el petróleo que el pueblo venezolano le había robado a los Estados Unidos, como si las empresas yanquis fueran dueñas naturales de los recursos del planeta), la intervención directa en los procesos de elección de varios países latinoamericanos para asegurar la victoria de sus aliados, así como se llamó la atención sobre el papel clave de los Estados Unidos en el genocidio israelí contra el pueblo palestino en Gaza y en Cisjordania. Con micrófono y megáfono en mano, los oradores hicieron un llamado a la población de la ciudad, reunida ya en el espacio por la feria que se celebraba, para informarse y sumarse a la oposición del imperialismo yanqui y sus títeres locales, que han facilitado la explotación de la clase obrera para satisfacer las necesidades del capital estadounidense.
En tiempos de abierta violencia que cada día amenaza más claramente a materializarse de forma militar contra nuestro pueblo, es importante recordar las palabras de Ghassan Kanafani: “El imperialismo ha extendido su cuerpo sobre el mundo: su cabeza en Asia Oriental, su corazón en el Medio Oriente, sus arterias alcanzan África y América Latina. Donde lo ataques, lo dañas, y ayudas a la Revolución Mundial…”. El imperio yanqui, acechado por sus contradicciones, se enfrenta a un declive inevitable y, en medio de eso, se ha vuelto mucho más errático y violento. En tiempos así, la solidaridad entre los pueblos oprimidos y la resistencia contra sus expresiones son una obligación.
